Cuarto Y Mitad No Sirve

1er Equipo


06/10/2015
Cuarto y mitad no sirve

C.D. Montijo San Antolín A - 1ER EQUIPO


Resultado: 0 - 0

Fecha: 04/10/2015

Hora: 11:30

Estadio: Canodromo (Ha)

El Aficionado “b” solo pudo traerse un punto de su visita al Canódromo, tras 60 minutos majestuosos y 30 en los que zozobró ante la mejoría del Montijo-San Antolín.

Resulta complejo realizar una crónica como la que nos ocupa. Uno revisa las notas tomadas durante el partido y percibe al primer golpe de vista como aparecen registradas una tras otra acciones positivas para el conjunto colmenareño durante los dos primeros tercios del encuentro. Además de todo ello, revisitas el partido mentalmente, tratando de sintetizar sensaciones y recuerdas como el equipo superaba las líneas rivales pese a la presión del Montijo-San Antolín, cómo Adri amenazaba constantemente la espalda rival mientras Jorge, Vivi y Hugo revoloteaban en busca de la oportunidad para clavar el aguijón. Recuerdas además a Maillo y Casti ordenando el tráfico atrás, bien secundados por Eli y Angulo, o como Víctor e Isma eran ases en la manga. Y no hay que escarbar mucho para recordar a este último encarar al portero obligándole a dar una “master class” en el arte del achique, o una opción de tiro de Hugo que golpeó en un rival cuando el banquillo colmenareño ya estaba de pie, o un uy de Eli a la salida de un córner, o el golpe seco de un disparo de Adri en la madera tras una jugada en la que el equipo serrano hizo temblar los cimientos del precioso campo que es el Canódromo. Y recuerdas también la vuelta tras el descanso, de un equipo que salta al campo convencido no solo de quién es sino de qué debe hacer, ante la atenta mirada del resto de la expedición visitante. Y recuerdas de nuevo a su portero salvando otra opción de gol de Jorge, o a Hugo entrando en el área con un balón que se empeñó en caerle al perfil que aún está calibrando, o a Mai estirándose cuan largo es para rematar un balón que se fue al limbo de los 0-1 que nunca fueron.

Y de repente el recuerdo cambia, cuando adviertes como el rival se da cuenta que no solo ha sobrevivido al terremoto sino que tiene a la guapa de la película a su lado, con el flequillo cayéndole por la cara como en el poster promocional. Y poco a poco crece su protagonismo mientras que los visitantes no encuentran soluciones, mientras del primero al último se miran con ojos de “pero qué esta pasando”. Recuerdas entonces como llega el momento de apretarse los machos, de aguantar al filo del tajo, de aguantar el protagonismo rival bajo el paraguas de los guantes de Pablo. Y las sucesivas incorporaciones de Guillaume, Eric y Dani al césped, para tapar agujeros que iban surgiendo en forma de lesiones o encontrar el norte cuando se nos había roto la brújula, sin renunciar a ese gol que parecía sería definitivo para quien lo marcase.

Y recuerdas a Petite, Cereijo y a cuantos habitamos aquel banquillo alternando los uys y los ays, de igual manera que hacían los corazones franjirrojos sobre la grada desde Anto, Nevado, Jose Ángel y Ceve hasta un señor mayor de 91 años con andador que no se pierde ni uno de nuestros partidos sean donde sean y del que les hablaré otro día. Recuerdas también la tensión de la última jugada, el golpe sobre la rodilla de Vivi, el equipo en el área rival en espera de la última oportunidad, los tres pitidos, la sensación de haber sumado un punto habiendo tenido tres al alcance de la mERROR!

Error, porque el domingo quedó demostrado que con cuarto y mitad de buen o muy buen fútbol, no basta. Esa es la mala noticia. ¿Y la buena? Que estos jugadores lo saben, y ya les digo yo que están deseando hacer este punto bueno, además, frente a su afición.  

Jugaron: Pablo, Isma, Víctor, Eli (Eric), Angulo (Dani), Castillo, Maillo, Jorge, Vivi, Hugo (Guillaume) y Adri.

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