Mañana ventosa de sábado en la que, acabado el veranillo de San Martín, el cadete B consiguió los tres primeros puntos de la liga, con mucho merecimiento.
Utilizando terminología ciclista, el cadete B ha transitado las tres primeras jornadas enfrentándose al Tourmalet, Galibier y Alpe D´huez que provocaron un duro inicio de competición, pero que nos proporcionaron el impulso suficiente para afrontar nuevas etapas con la convicción de conseguir grandes resultados. Así, en la próxima etapa nos espera el Mont Ventoux, es decir el Juventud Sanse “A”, otro equipo que forma parte de los cuatro que lideran la clasificación, y que será otro rival de grandísimo nivel, con quien medir nuestro progreso futbolístico.
Pero antes de poner la mente en el próximo partido, hemos de disfrutar del resultado que el cadete B ha conseguido este sábado en el Alberto Ruiz.
El equipo salió en la primera mitad dispuesto a enfrentarse en un “face to face” contra el Sporting, que jugaba con uno más, dado que el viento era un grandísimo aliado que hacía muy difícil, en ocasiones, controlar el balón y contrarrestar los ataques del rival. En este sentido, el cadete tuvo mala suerte ya que, ese gran aliado mencionado, no lo fue tanto en la segunda parte, cuando podríamos aprovechar esta ventaja meteorológica.
Así, fuimos minuto a minuto nivelando el gran inicio del Sporting, haciendo nuestro el balón y el ritmo de juego, pero sin conseguir ocasiones de gol que inquietaran al arquero rival, llegando de este modo al descanso con el marcador inicial.
De vuelta de los vestuarios, el cadete comenzó con un ritmo cansino y sin la intensidad necesaria para intentar desnivelar el electrónico, pero poco a poco fue imponiendo su juego y dominando el esférico. El esfuerzo se materializó tras un penalti cometido sobre Diego y transformado por David en el primer cuarto de la segunda parte.
Este gol dio nuevos bríos al plantel, plasmando en varias jugadas al primer toque un juego de muchos quilates que nos confirman el estilo de juego que somos capaces de desarrollar. Así, el rival solo inquietaba nuestra área aprovechando pequeños fallos, que hemos de corregir, a la hora de sacar el balón desde nuestra zaga, ocasiones éstas bien subsanadas por nuestros centrales y portero.
La tranquilidad llegó al Alberto Ruiz, cuando Diego finalizaba con maestría un contraataque bien gestionado por el equipo. Con el dos-cero los chicos apretaron los dientes, sacando las fuerzas que quedaban, para conseguir esta primera victoria tan deseada, y que tan bien llega para provocar un punto de inflexión en la trayectoria del grupo. Ya sabemos que somos capaces, con el trabajo de todos, de sumar puntos y lo que es aún más importante de disfrutar del buen juego y de las mieles de la victoria.
¡ AUPA AGRUPA !
Un cordial saludo a todos los jugadores, entrenadores y familias de este Cadete B.
