El Juvenil A Rescata Un Punto In Extremis En Casa Del Avance

Juvenil A


23/02/2014
El Juvenil A rescata un punto in extremis en casa del Avance

Avance A - JUVENIL A


Resultado: 1 - 1

Fecha: 23/02/2014

Hora: 18:00

Estadio: Alcala - Felipe De Lucas 'Pipe' (Ha)

Un gol de cabeza de Edu con el partido a punto de finalizar supuso un punto para el Juvenil A, que estuvo a punto de pagar muy caro la falta de puntería de la primera parte.

Sucede en las mejores familias, y en los mejores equipos del planeta fútbol. Vienes de una serie de resultados positivos, los días cada vez son menos fríos y, para colmo, observas que tu próximo rival ocupa una de las posiciones incómodas de la tabla. Como todos esos lugares comunes ya los conoces, te preparas mentalmente a conciencia, valga la redundancia. Sabes que en el fútbol no hay ni pasado ni presente y no quieres caer en los errores de otras veces, de otros campos, de otros partidos.

Y saltas al campo, junto a tu equipo. Mirándoles a los ojos y sabiendo que ese que lleva tu misma camiseta se va a dejar el alma igual que tu.

Y saltas al campo, frente a otro equipo. Mirándoles de frente sin dudar, enviándoles el mensaje de cómo has completado una semana de entrenamiento pensando en este día, de cómo ni un atasco que te hace llegar con el tiempo justo para cambiarte, calentar y jugar ipso facto, ni ninguna circunstancia va a hacer variar ni un ápice tu objetivo. Les miras de frente queriendo decir con cada mirada que no has venido a su campo para irte de vacio.

Una vez en el campo lo analizas, tomas referencias para acostumbrarte a sus medidas, te preparas para jugar con el sol de cara, todo. Te sumerges en el partido. Incluso analizas al árbitro, sus modos, su manera de correr. Te fijas en los rivales que van a ser tu pareja de baile, tratas de hacer un ultrascouting a partir de sus primeros movimientos. Y por fin, te tiras de cabeza al partido. Hoy el equipo de rojo no ha venido de excursión.

Observas como en los primeros lances de juego empezamos a dominar. Y llega el primer córner y Rober remata pero el balón no acaba en gol. El partido sigue y al poco llega otra oportunidad de Joaquín, y poco después una de Carlos Forcano desde la banda derecha que sale ligeramente alta. Un poquito después notas ya algún síntoma de cansancio, pero el balón que le cae a Diego en la frontal te hace reactivarte. Ay si le cae a la pierna buena. Miras a tu alrededor y ves que en el banquillo visitante, tu banquillo, no hay nervios. Miras hacia la izquierda y ves como Johan y Marlon se compenetran bien, miras a la derecha y ves a Asier controlando la acción con la ayuda de Edu. Miras hacia atrás y ves a Julián y Adrien manteniendo al equipo en bloque. El rival llega alguna vez pero Uge responde bien cuando se le requiere. Ves al árbitro pitar el descanso. Piensas que con un poco más de puntería podríamos ir dos o tres a cero.

Pero el fútbol no es merecer. Es hacer.

Sales de la caseta dispuesto a solucionar el partido, pero algo ha cambiado. En el juego. Empiezas a sentir al equipo incómodo, cada despeje parece alguien sacando agua de una barca, entregas imprecisas, nervios innecesarios. Todo parece volver a su cauce tras unos instantes. Mientras observas a tus compañeros del banquillo calentar, el primer arreón serio del Colmenar en la segunda mitad acaba en un remate de Julián. Se lanza de cabeza a por el balón y este va inconmensurable hacia la portería. El tiempo se detiene.

Mierda, el balón da en el palo. Ojo la contra. Gol del Avance. El fútbol no es merecer. Es hacer. Recuerdas.

Ves a Mansilla saltar al campo en el 50. Piensas que esto lo podemos sacar entre todos, pero en realidad sientes cómo el equipo se está partiendo. Tu ya estás cansado pero te niegas a bajar los brazos. Yo no he venido hasta aquí para perder. Con más fe que acierto ves como ni tu ni tu equipo, los que hoy van de rojo, estáis dando la mejor versión. El Avance nos ha metido en el partido que ellos querían. Nosotros volcados y ellos buscando una contra que marcara el partido. Qué bien lo han hecho ellos, pero ahora tenemos que hacerlo bien nosotros.

Ves que saltan al campo Aguirre y Kike. Probablemente vamos a ser más profundos, tenemos que tener cuidado atrás. Ojalá tengamos puntería. Y entonces empiezas a vivir el partido como si quedaran dos minutos, pese a que queda diez veces ese tiempo. Notas como más por pura voluntad que por claridad de ideas, el equipo poco a poco va acercándose a la meta. El cambio de esquema te reafirma en tu idea. No hemos venido aquí para perder. Ves como el rival tiene algún contraataque para sentenciar el encuentro, y sin embargo lo falla. Como nosotros al principio. Yo tengo fe. Y miro hacia la banda y veo que vuelve Alex Ventura para meterle velocidad y talento al asunto. Aquí van a pasar cosas. Y veo que Carlos y Mansilla arriba van a suplir los centímetros que les sacan los centrales con inteligencia y empaque. Coño, vamos a empatar. No se cómo, estamos ya en el ochenta y ocho pero, ehh! Falta!! Veo como el árbitro la pita. Subimos al remate. Hemos tenido córners, hemos tenido otras faltas laterales. Pero esta sí. Esta SÍ.

Ves como Aguirre, mano de hierro con guante de seda, coloca el balón y retrocede unos pasos. El árbitro pita y yo me sumerjo en una maraña de gente. Me empujan, empujo, me agarran. Veo el balón caer. Va para Edu. Vamos tío. Dentro. GOL!

Y entonces piensas que por qué no. Y ves como de nuevo el equipo da una lección de pundonor y sigue poniendo en peligro la portería del rival. La última oportunidad se va al limbo de los penaltis no pitados. Tenemos un saque de banda pero el árbitro pita el final.

Me ducho. Me refresco. Refresco mis ideas. Quiero que sea ya el próximo partido.

Quiero demostrar que el fútbol no es merecer. Es hacer.

CARGANDO... POR FAVOR ESPERE