Hace algún tiempo, había algunos cines que proyectaban las películas en sesión continua, con un solo pase por taquilla podías entrar en el cine a las 16:00 y salir a las 22:00. Pues algo así vivimos el sábado 8 de abril en el Alberto Ruiz.
Se disputó el segundo Torneo de fútbol siete “Los Manolitos”. Nuestros rivales fueron el Soto del Real, Atlético Chopera de Alcobendas 04 y Club Deportivo Chamartín Vergara
El primer encuentro con el equipo de Soto tuvo un incierto comienzo. Sería la hora, más propia de sestear o la adaptación a un terreno de juego más pequeño. El caso es que no acertábamos con los pases, pretendíamos llegar hasta la portería sin soltar el balón, nos faltaba espacio. Nuestros vecinos del norte, fueron conteniendo los envites e incluso llegaron a tener alguna oportunidad. Pero pasados los primeros quince minutos, la calidad se impuso y ganamos 3.0
A estas horas de la tarde Cristiano y Torres ya se habían saludado y cruzado algún recuerdo. Saltamos al terreno de juego para enfrentarnos al conjunto de más calidad, al menos su pertenencia a dos divisiones superiores a la nuestra se lo otorgaba. Sesión continua, la misma escasez de verticalidad y de fluidez. El toque de balón era demasiado espeso. A los alconbendeses les salía todo. Y con un tiro desde fuera del área, un par de faltas en la frontal y un robo de balón, nos despertaron de la siesta. Gracias a la gran actuación de Damián&Jorge la cosa no fue a más. Lo dejamos en un 0 a 4.
Las 18:00, en Chamartín ya se habían repartido justamente los puntos. En el Alberto Ruiz nos jugábamos el pase a semifinales contra el equipo de la capital. Los cuatro goles encajados funcionaron como acicate. Dejamos ya el cine de sobremesa, soñoliento y “basado en hechos reales”. Empezamos con el cine de acción. Tanta que en antes de que encontráramos la esquiva sombra sobre las gradas, Gómez se fue de los rivales y le sirvió en bandeja el primer gol a Mario. Sin solución de continuidad Gómez de nuevo tiro al larguero. ¡El Alevín A había vuelto! El segundo gol llegó de una combinación al primer toque comenzada por Mario que pasa a Gómez que tira la pared con Marcos, le devuelve y golazo. Ya en los instantes finales, lanzaron una falta paradón de Damián que no puede evitar encajar el gol tras un rechace a boca jarro.
Pasamos a las semifinales al más puro “estilo yugoslavo”.
En las semifinales nos encontramos con CD Fútbol Tres Cantos. Nuestros vecinos del sur no lo pusieron fácil. Aunque dimos nosotros primero. Mario hace un eslalon gigante y marca el primero antes de cumplirse el primer minuto. Ya acomodamos al juego, fuimos fieles a nuestro estilo y buscando los huecos iban surgiendo las oportunidades Octavio apunto está de conseguir el segundo tras una combinación entre Guzmán y Longa que le pone el balón desde el fondo y sale rozando el poste. Damián nos vuelve a salvar del empate tras un lanzamiento envenenado desde fuera del área, que saca a córner. A la salida del mismo el balón rematado desde el segundo palo se pasea por la línea de gol y finalmente se convierte en el empate a uno. Contamos con alguna oportunidad de falta que no aprovechamos. Longa pone un balón a Vallejo que manda al poste. A diez minutos del final los tricantinos aprovecharon una pérdida de balón y clavaron el dos a uno con un zapatazo imparable.
El final se esperaba agónico, pasaban los minutos y se nos escapaba la ansiada final. Último minuto, Vallejo avanza y se acerca a la frontal del área, regatea se hace sitio y con un derechazo de escándalo consigue empatar el partido. Tratándose de una de suspense no podía ser de otra forma, el más zurdo de los zurdos, héroe por la derecha. La lotería de los penaltis comenzaba con buenos augurios, Damián saca la capa y vuela hasta el poste derecho para parar el primero. Octavio aportó su granito a la insuficiencia cardiaca del respetable. Tres Cantos no falla, Mario hace lo propio. Última tanda empatados a uno de nuevo. Las uñas empezaban a menguar, algunos miraban la belleza de la torre de La Basílica, otros el partido del otro campo, otros no miraban nada…Tres Cantos falla. Marcos tiene en sus botas la posibilidad de jugar la final. Se acerca al balón, tres pasos hacia atrás, mirada al rincón y con un tiro a la base del poste izquierdo desata la locura entre los presentes.
Jugamos la final frente a la A.D. El Real de Manzanares. Entrenado por un viejo conocido Javier Cuaresma. Mal socio para jugarse todo a una carta.
Himno para los finalistas y de nuevo las pulsaciones “in crescendo”. El planteamiento del rival es claro, renuncian al balón. Los enamorados del esférico lo tratan con mimo. Mario abre el balón a Díaz que con un toque le pone la oportunidad a Gómez que no la desaprovecha y primer tanto. Los de Manzanares se estiran llegan a la frontal, falta peligrosa. Tanto que se convierte en el empate. No cejamos en nuestro empeño y nuestro estilo. Vamos trenzando jugadas que terminan estrellándose en la maraña defensiva. Óscar saca uno de esos precisos misiles tierra aire y pone el cuero en el guante derecho de la bota de Mario que con el balón pegado el pie, deja a tres rivales disfrutando de sus regates y le pone medio gol a Guzmán. Dos a uno, vamos bajando el nivel de adrenalina. Saque de centro directo y gol, dos a dos. ¿Dónde están los desfibriladores?
Mario se erigió en el protagonista y tras una nueva demostración de quiebros, abre la pelota para que Ulises desde el borde el área transforme el tres a dos. Y para rematar el campeonato y dejar sentado el resultado, un nuevo centro de Mario desde la derecha es rematado al fondo de las mallas por Longa. Cuatro a dos y justos campeones del trofeo “Los Manolitos”.
Jugaron: Jorge, Damián, Iván, Óscar, Ulises, José, Carlos, Marcos, Mario, Guzmán, Longa, Gómez, Díaz, Dani, Octavio.
