Tengo que empezar esta crónica diciendo que es la primera vez que escribo sobre fútbol, pero la ocasión lo merecía.
Nuestro juvenil B demostró el sábado en su partido frente al Tres Cantos que “sí se quiere, se puede” y que cuando un equipo lo da todo en el campo, las cosas cambian y aunque el equipo no venció, convenció.
Estos chicos, como la Armada Invencible, tuvieron que luchar contra los elementos.
Unos en forma de equipo rival, a priori superiores y mucho mejor posicionados en la clasificación, pero a los que nuestros chicos no dejaron ni tirar a puerta. Otros en forma de adaptación a un nuevo entrenador y forma de juego que poco a poco va dando sus frutos, también a un portero rival de los mejores de la liga que lo paró todo, y por último, lucharon contra un árbitro digamos algo despistado, que no vio lo que todos vimos, pero que no hizo que el equipo bajara los brazos.
A pesar de mis conocimientos futbolísticos escasos, creo que lo justo hubiera sido una victoria y 3 puntitos, pero se llevaron, además de 1 punto, algo más importante que todo eso y es que se sintieron orgullosos de sí mismos y han recuperado la confianza perdida.
Enhorabuena a todos porque este equipo lo vale.
