A priori, partido muy atractivo el que se jugaba en el Alberto Ruiz en la tarde del domingo. Se enfrentaban el tercer clasificado (ADCV) contra el segundo clasificado (Alcobendas Sport) y equipo con menos goles encajados.
Mucha emoción hasta el pitido final y reparto de puntos, que dependiendo desde donde se mire, para unos les parecerá injusto y para otros, más. En fin, las cosas del deporte y de los colores.
Comenzaba el encuentro si un dominar claro del balón, pero las dos primeras ocasiones de gol fueron nuestras.
La primera, una acción rápida de Walid tras un pase al espacio y su disparo salió a escasos centímetros del larguero.
La segunda y gran ocasión del primer tiempo llegó poco después. En una buena jugada de ataque, Miguel hace un recorte magnífico dentro del área, tras eliminar al rival y la salida desesperada del portero, su lanzamiento se estrella en la cabeza de este y el balón sale por la línea de fondo.
Habían trascurrido 15 minutos de partido y si hubiésemos tenido un poco de suerte, podíamos haber estado por delante en el marcador. Aunque viendo el porcentaje bajo de esta temporada de cara al gol respecto a las ocasiones creadas, estábamos en los números.
A partir de aquí el rival dio un paso al frente y aunque no pasábamos demasiados apuros (salvo una acción que el balón se pasea por el área sin que nadie fuera capaz de tocarlo), si llevaban la iniciativa en el juego. Nosotros por el contrario, no éramos capaces de hacer nuestro juego unas veces por la presión del rival y otras porque estábamos atenazados.
Estábamos muy estáticos, no éramos capaces de dar dos pases, las pérdidas de balón eran constantes, nadie se ofrecía, todos los duelos aéreos los perdíamos, nos empeñábamos en conducir y no le imprimíamos a las acciones la velocidad requerida y lo peor, que no mostramos en ningún momento nuestra identidad. En definitiva, nos QUEMABA EL BALÓN.
Así discurría el partido hasta que en el minuto 35 un jugador rival intenta despejar un balón aéreo dentro de su área y arrolla a nuestro jugador, señalando el árbitro penalti. Walid se encargó de materializarlo a la izquierda del portero, que adivino el lado por donde iba, pero no puedo desviarlo.
En el minuto 44 hicimos el segundo gol, en una jugada de contraataque que Walid acierta a elevar el balón por encima del portero.
Este gol era muy importante por varios motivos:
1º Del posible empate del rival, a poner distancia en el marcador. El rival en la jugada anterior a nuestro segundo gol, había desperdiciado una ocasión clarísima. Una vaselina a nuestro portero se fue fuera inexplicablemente.
2º Porque nos poníamos con una ventaja importante y el golpe era duro para el rival.
3º El descanso estaba a punto de llegar.
Sabíamos que aunque era importante la ventaja, nosotros no habíamos estado bien y teníamos que cambiar en el segundo tiempo. Teníamos que buscar nuestro juego y no entregarle al rival la iniciativa como habíamos hecho en algún partido anterior, porque el rival nos apretaría y no se daría por vencido. Pero teníamos una cosa clara, si éramos capaces de soltarnos y hacer las cosas medianamente bien el partido no se nos escaparía.
Se inició la segunda parte como se inició la primera, con otra ocasión de gol clarísima. El balón se estrelló en el larguero, tras un buen disparo de Miguel desde la frontal del área. Un minuto había trascurrido de juego.
Empezábamos metiendo miedo al rival y en los siguientes minutos el equipo parecía que se lo iba tomar de otra manera. Desgraciadamente no fue así, y poco a poco fuimos cediendo la iniciativa al rival dando un pasito hacia atrás.
El rival apretaba con juego directo intentando aprovechar su punto fuerte - el juego aéreo - no éramos capaces de neutralizarlo, todos los balones los ganaban y las prolongaciones nos hacían daño.
Por el contrario, nosotros seguíamos cometiendo los mismos errores que el primer tiempo y se veía que se nos iba a hacer muy largo este periodo. Lo mejor, es que el tiempo trascurría y no pasábamos apuros, nosotros apenas creábamos peligro, pero el trascurrir de los minutos hacía que la tensión se fuera acumulando en ambos equipos.
Hasta que en el minuto 60 nos hicieron el primer gol. Una falta lateral casi en el centro del campo la cuelgan al área y aprovechando su potencial de balón aéreo logran prolongarlo, cayéndole a un jugador rival dentro del área que no perdona.
A partir de aquí la tensión fue en aumento y hubo momentos de desconcierto en ambos equipos y desgraciadamente, apareció el otro fútbol. Entradas a destiempo, encontronazos entre jugadores, etc.
Casi finalizando el partido en el minuto 88, nos hicieron el gol del empate en una jugada de mala suerte. Tiro de un jugador rival desde la frontal del área, el balón rebota en un compañero y desvía la trayectoria no pudiendo hacer nada nuestro portero por detenerlo. (Es el segundo gol que nos hacen esta temporada con un jugador fuera del campo para ser atendido. En esta ocasión fue Botey, que tras recibir un codazo en la cara, tuvo que salir del terreno de juego con el labio partido).
Faltaba el descuento y había 2 estados emocionales muy diferentes. El rival, con euforia y optimismo después del empate conseguido y nosotros, decaídos por el gol encajado.
Pero el tiempo de descuento sirvió para que el equipo reaccionará y en 5 minutos tuvimos 2 ocasiones clarísimas para desequilibrar el marcador. La primera, a manos de Miguel (vaya tarde la suya), se planta solo ante el portero y no es capaz de meter el balón entre los tres palos desviándolo el portero con los pies. La segunda, de Tylko, su disparo dentro del área pequeña salió muy flojito pegado al palo.
Ya no hubo tiempo para más y se llegó al final del partido con reparto de puntos, que nos dejó un mal sabor de boca. Esperamos que esto nos sirva de lección, pero tenemos que tener claro que se gane o se pierda, nuestro sello de identidad no debemos perderlo nunca y tener claro que no debemos JUGAR CON FUEGO como dice el titular.
