92 Victorias Y Una Derrota

Juvenil A


23/03/2015
92 victorias y una derrota

Real Madrid C - JUVENIL A


Resultado: 2 - 0

Fecha: 22/03/2015

Hora: 12:00

Estadio: Ciudad Real Madrid 2 (Ha)

Digna Derrota del Juvenil A en su visita a Valdebebas, en un partido que se mantuvo con vida hasta el descuento de la segunda parte.

Tras alzarse con siete de los últimos nueve puntos en juego, el Juvenil colmenareño se presentaba en casa del líder de la categoría -un Real Madrid que viene contando sus partidos por victorias- tras el formidable trabajo durante una semana de entrenamientos que bien podría haber sido editada en deuvedé para vender en los kioscos de entrenadores, máxime teniendo en cuenta que hoy día, con menos argumentos, se escriben libros de fútbol. El plan estaba claro desde el miércoles y solo faltaban un par de apuntes que fueron repasados el viernes, en una sesión marcada por la intensa lluvia.

Y sí, llegó el domingo a las 14:00 horas y el partido acabó en una nueva victoria para el Juvenil C de la casa blanca, y sin embargo, mientras escribo estas líneas nueve horas después de la conclusión del choque, sigo sin tener claro que esa victoria suponga una derrota colmenareña. Evidentemente a nivel resultado esa derrota esta ahí. Pero, sin querer caer en el fútbol en verso, miro de reojo la imagen que adorna esta crónica y reflexiono: es muy posible que el equipo franjirrojo ganara más de lo que perdió sobre el césped madridista. En primer lugar, el equipo se demostró a sí mismo como es capaz de ir de menos a más en cada faceta del juego tenga enfrente al rival que tenga, y de además hacerlo sufriendo.

Porque el encuentro fue diametralmente opuesto a eso de “coser y cantar” no. Fue sufrir y correr, fue ver como el primer susto madridista era magníficamente repelido por Uge, y cómo pese al primer gol madridista hacia el cuarto de hora de juego, el equipo fue capaz de mantener viva la llama de la esperanza hasta el minuto 45, sabiendo taponar las vías por las que le entraba agua a la nave. Es más, hacia el final de este primer acto, el Colmenar vivió probablemente los minutos más brillantes en el apartado ofensivo, con un protestado fuera de juego que dejaba a Cristian solo frente al guardameta merengue, una brillante combinación por banda izquierda que acabó con Ventura asomándose al balcón del área y una falta directa de Gil.

Es decir, no solo se había evitado una probable sangría de goles tras el primero, sino que los kilómetros recorridos por todos y cada uno de los franjirrojos habían acabado por generar alguna duda en las filas blancas. Con Arroyo y Botey tapando las entradas por los flancos auxiliados por Cristian y Forcano, con Jerez y Portillo sincronizándose con los todoterrenos Gil, Adrien y Diego, con Ventura como estilete. Y cada metro, cada presión, cada incorporación, cada desdoble, con el sentido que requería el partido. Así empezó David a derrotar a Goliat, seleccionando su onda y mirando por donde venía.

La segunda parte escondía un secreto, y era una metafórica victoria a cada minuto que el partido siguiera vivo. Y el Colmenar consiguió otras 47. El esfuerzo físico podría ser una losa para los nuestros, por lo que el banquillo serrano empezó a moverse para insuflar oxígeno. Se incorporaron en primer lugar Kike e Iván para reforzar delantera y centro del campo respectivamente, a los que posteriormente se unió Monir para tratar de consolidar la posesión de balón, cocinando entre todos el escenario que hiciera posible la hazaña. Y los minutos transcurrían, cuando el Colmenar decidió pisar el acelerador en la recta final, tal y como estaba marcado en la hoja de ruta, con la incorporación de Lillo para el extremo derecho y de Leles para la zona defensiva y con un ligero cambio de esquema. De nuevo llegaron un par de sustos para el equipo anfitrión, el segundo de ellos a cinco minutos de los noventa reglamentarios con otra buena jugada por el costado izquierdo. Pero como el fútbol es como es, cuando todo apuntaba a una victoria por la mínima para los locales, un balón rechazado en nuestro área acabó por poner el definitivo marcador de 2-0.

Y ¿ahora que? Pues, en opinión de este cronista ahora el equipo se enfrenta a la elección entre dos opciones. La primera es dormirse en los laureles celebrando haber sorteado con dignidad y trabajo el encuentro más duro que le restaba en el calendario.

Y la segunda es convertir esas 92 victorias de cada minuto que este partido estuvo vivo en una base sólida sobre la que seguir progresando, dándose cuenta de cómo son capaces de cumplir cualquier plan que se propongan esté quien esté delante.

A buen seguro, la piedra que derrotó a Goliat no era la primera que lanzó David. Ni le dio de casualidad.

Este 22 de Marzo representaron a la Agrupación sobre el césped de Valdebebas el capitán Uge que estuvo seguro del primer al último minuto, Pablo Arroyo que supo aguantar el huracán inicial de la banda izquierda madridista para ir a mas, Botey que volvió a abrir el tarro de las esencias, Portillo asumiendo galones en la zaga colmenareña, Jerez solventando los problemas que se presentaban desde la sencillez, Alex Gil aportando criterio, Adrien echándose al equipo a la espalda cuando la situación lo requirió, Diego tratando de abrir caminos a la portería rival, Cristian siendo un quebradero de cabeza para la defensa local, Carlos Forcano cambiando el lucimiento personal por el mono de trabajo, Alex Ventura tratando estar en misa y repicando, Kike subiéndose en marcha a un partido complejísimo, Iván ejerciendo de brújula cuando podíamos perdernos, Monir (felicidades!) temporizando cuando podíamos precipitarnos, Leles (parabens!) reforzando la fe cuando podíamos perderla y Lillo manteniendo todo el ensamblaje en su sitio cuando podía resquebrajarse.

CARGANDO... POR FAVOR ESPERE