A Primera Oe A Primera Oe A Primera Oe

Alevín C


06/06/2016
¡A primera OE, a primera OE, a primera OE!

Tras una temporada de esfuerzo, trabajo, intensidad, el broche de oro dependía de nuestra victoria contra uno de los pocos equipos que nos había derrotado en la primera vuelta y del resultado de enfrentamiento entre el primero y el segundo de la liga.

Último partido de la temporada, en juego conseguir el ascenso con lo que puede que sea una de las plantillas más jóvenes del grupo. Las gradas del Lorenzo Rico llenas de aficionados para apoyar a los suyos, un tarde de fútbol que se presagiaba épica.

En el minuto uno Junior goza de la primera oportunidad que sale a córner, a la salida del cual una serie de rechaces no aciertan a entrar y acaba en falta de ataque. Empezamos con la intensidad habitual. En el siete una falta sacada por Óscar, finalmente es rematada a la escuadra por Longa, en fuera de juego.

Los nervios atenazan a nuestros chicos y les cuesta trabajo trenzar alguna jugada. Defendemos con fuerza, sacando el balón expeditivamente sin que el rival se acerque con peligro.

En el ecuador de la primera parte, de nuevo a balón parado, Óscar pone en aprietos al portero rival y muy poco después Junior a pase de Octa a punto está de abrir el marcador.

En el minuto veintiuno y fruto de los nervios, nuestra defensa no consigue despejar un balón que llega rechazado y con tan mala fortuna que sobrepasa por arriba a nuestro cancerbero y se convierte en el 0-1. La gesta empezaba a tomar tintes épicos.

Se llega al final de la primera parte sin que el resultado reflejase lo que de verdad había pasado en el terreno de juego.

El trabajo de Javi en el vestuario se antojaba más complejo. Los jugadores abandonan el terreno de juego alicaídos, cabizbajos e impotentes ante tamaña injusticia, incluso alguna lágrima de rabia se podía ver cuando ganaban el túnel de vestuarios.

Ración extra de “cuaresmina” y sobre todo de ánimo y comprensión, hoy más que un general ordenando a sus guerreros, se convierte en su hermano mayor que empatiza y les saca del pozo de la desesperación poniéndoles en el camino de la resurrección.

Así dan comienzo los últimos treinta minutos que nos pueden llevar a la gloria. En el treinta y tres una falta al borde del área nos encoje el corazón y la pelota no quiere entrar pasando rozando el palo derecho.

Durante los primeros quince minutos gozamos de varias oportunidades. Jesús delante del portero la saca fuera y Pablo a punto está de convertir en gol un rechace del cancerbero. Seguimos atacando, esta vez con más criterio, pero con la misma falta de suerte que en la primera parte. Será en el minuto cuarenta y nueve cuando Pablo Herrera, pega un voleón desde la frontal de área y el portero, que se había mostrado bastante seguro, no acierta a sujetar convirtiéndose en el empate. Aún teníamos diez minutos para soñar, para creer y ante todo, para sufrir.

En el cincuenta, el defensa contrario agarra a Junior cuando encaraba en solitario al portero, el árbitro le perdona la expulsión y la falta se saca sin consecuencias. Un minuto más tarde Octa remata de cabeza un córner que repele el larguero. En el cincuenta y cuatro a puerta vacía, tras varios remates, el balón no quiere entrar y es despejado por un defensa en raya de gol con el portero ya vencido.

Los espectadores que abarrotaban las instalaciones no salían de su asombro, la tensión y los nervios nos ponían al borde del colapso colectivo. Los minutos pasaban, los chicos generaban ocasiones claras y la pelota no quería entrar.

Dos minutos por encima del tiempo reglamentado, Hugo desde tres cuartos de campo pega un trallazo que, como a cámara lenta, se acerca a la portería, vota delante del portero y cuando parecía que la atajaba, la deja escapar y finalmente se convierte en el gol de la victoria más sufrida de la temporada.

La agonía no acaba con el partido. Nosotros habíamos hecho nuestro trabajo ganando pero teníamos que esperar que se diera el resultado que nos favoreciera entre el primero y segundo clasificado. Durante casi una hora la afición local y el equipo esperamos las noticias que iban llegando de Fuentelucha. El Chopera ganaba desde el minuto cinco uno a cero y La Moraleja parece que no era capaz de empatar.

El final del partido de Alcobendas supuso la explosión de júbilo general ante la realidad de la gesta conseguida.

Un equipo de chavales que jugaban por primera vez juntos y por primera vez fútbol once, habían conseguido, también por primera vez, el ascenso a primera división alevín.

Sólo queda felicitar a los jugadores y al cuerpo técnico, que ha sabido inculcarles los valores que sostienen este deporte: la lucha, el trabajo en equipo, el respeto y el compañerismo. Seguro que esta experiencia no la olvidaremos ni los sufridores aficionados, ni los entregados jugadores y entrenadores.

¡Gracias a todos! Nos vemos la temporada que viene con nuevos retos y más ilusión.

¡AUPA AGRUPA!

Jugaron: Jorge, Damián, Hugo, Óscar, José, Jaime, Rome, Iker, Octavio, Longa, Jesús, Carlos, Xavi, Pablo Herrera, Pablo Rosal, Junior.

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