Esta locución latina es utilizada para alabar el rendimiento académico. En este caso podemos hacerla nuestra sin miedo a la exageración. Es el justo premio al trabajo bien hecho y no sólo por haber ganado un partido complicado. Es más justo por ser el resultado del esfuerzo y del aprendizaje entrenamiento tras entrenamiento. Si hace algunas jornadas reflejábamos la necesidad de poner los pies en el suelo y ser más humildes, hoy tenemos que felicitar el trabajo del tándem Nevado&Castillo que les han trasmitido la importancia del esfuerzo en favor del equipo.
Enésimo madrugón de la temporada. Con el alba poníamos rumbo a Pozuelo de Alarcón donde nos esperaba el líder de la tabla, San Fernando Escolapios.
Durante los primeros cinco minutos se midieron las fuerzas. El juego se desarrollaba en terrenos neutros. Iván y Óscar mantenían la retaguardia segura. Hugo y José frenaban las posibles entradas por las bandas y subían el balón con criterio hasta los medios. En el minuto siete una combinación de Pablo que vio a la subida de Hugo y éste sirvió a Longa que llegó hasta la línea de fondo, sin más peligro. Este fue el prólogo de lo sucedido a lo largo del partido.
Siete minutos más tarde y con algún offside de más. Damián saca en corto para Iván que avanza, pase a Pablo que levanta la cabeza y sirve un balón para la carrera de Guzmán que se interna por el pico derecho del área grande y lanza un zapatazo que entra si remisión besando las mallas. Primer gol y justo premio al tremendo esfuerzo de todos.
Los minutos siguientes transcurrían en el campo visitante. Apenas les duraba el balón. Desde Longa y Guzmán empezaba la defensa. Impidiéndoles salir con facilidad. Marcos, peleaba cada balón como si fuera el último dejándose la piel en el campo, literalmente. Díaz buscaba el pase al hueco una y otra vez para que los arietes encontraran el espacio.
Disfrutábamos en las gradas. Ya dábamos por bueno el madrugón, cuando una falta cometida sobre el número seis, el más incisivo de sus jugadores, nos pone en alerta, y con razón. Lanzamiento alto que baja buscando el larguero y finalmente lo encuentra para nuestra tranquilidad. Fue la única oportunidad de los pozoleños en la primera mitad.
Un minuto después el balón despejado por los Escolapios le cae de nuevo Pablo que, sin pensarlo más, lanza un trallazo a la espalda del centro de la defensa, lo recoge Guzmán que, ante la salida del portero saca un globo, que se convierte en el segundo gol.
En el veintiocho Longa presiona sobre la salida del balón; el rechace lo recoge Pablo, que saca la mirilla y dispara una pelota por donde sólo él ha visto. Longa, cómplice perfecto, lo recoge avanza y de nuevo con una vaselina medida y con suspense, y coloca el tercer gol en el marcador.
Y así llegamos al final de una fantástica primera parte.
En la segunda mitad, ya en el primer minuto se sucedieron las oportunidades. Hugo llegó hasta la línea de fondo sirviendo un balón al corazón del área que no encuentra rematador. Vallejo, que había entrado en lugar de Díaz, tuvo su primera opción en esos primeros instantes. Antes del cuarto minuto Mario va dejando atrás verdes y finalmente solo la mala suerte impidió el gol.
El rival comenzó esta parte con algo más de intensidad. Cortaron algunos balones que obligaron a emplearse a los centrales sacándolos con criterio y contundencia. Jorge se unió a la nómina de protagonistas con un par de paradas de mérito. Máxima efectividad: los rivales no llegaron más veces. Siendo la falta de la primera parte y otra similar en la segunda, las oportunidades más claras.
Gómez, que entró en la segunda parte, presionaba la salida del balón, de forma que en el minuto once el cancerbero no fue capaz de abstraerse a su imponente presencia y dejó franco la pelota para que sólo tuviera que empujarla al fondo de las mallas, sumando el cuarto gol.
El cuarto final del partido fue un frontón si cabe más que el resto. Las ocasiones se sucedían. La técnica de Mario distribuía a diestra y siniestra con pases que llevaban inmejorables intenciones. Con dos escuderos de lujo, Arcadio por un lado y Vallejo por el otro, que frenaban las pocas veces que los medios contrarios hilaban los pases.
A tres minutos del final la zurda fantástica de Vallejo pone en órbita la pelota hacía el espacio en el que la esperaba Guzmán, que remató desde la frontal de área a boca jarro y consiguió que el portero fuera el mejor de los locales.
En este segundo acto y, en los quince minutos finales, debimos botar unos diez saques de esquina, lo que da idea de la presión. En el minuto veintinueve Óscar remata uno de ellos, el balón da en el larguero y Gómez con ese instinto de killer del área, no deja siquiera que el balón llegue al suelo y lo remata, convirtiéndose en el definitivo quinto gol.
Si fuera el último partido de liga podríamos concluir que esta temporada han aprendido más rápido y madurado con más intensidad que en varios de los anteriores. Sería un perfecto colofón. Lo mejor de todo es que aún nos quedan diez partidos de liga. Diez oportunidades de demostrase y demostrarnos que el trabajo y el esfuerzo tienen recompensa. Enhorabuena al equipo, pero no sólo por el resultado, sino por ser un EQUIPO.
¡AÚPA AGRUACIÓN!
Jugaron: Damián (Jorge 30), José (Dani 30), Óscar, Iván, Hugo, Díaz (Arcadio 30), Marcos (Vallejo 30), Mario, Pablo, Longa (Gómez 30), Guzmán.
