El primer equipo de la ADCV sufrió una dura derrota por 1-2 frente a un Alcalá que mantuvo su buena racha de resultados mostrando además gran empaque y pegada sobre el césped del Alberto Ruiz.
Canta Fito Cabrales en uno de sus temas ("A la luna se le ve el ombligo") que no siempre lo urgente es lo importante. Llevaba tiempo dándole vueltas a esa frase tras escuchar el tema hace unos días en Rock FM a la vuelta de un entrenamiento, y en la miga que encierra tras de sí, incluso pensando en sí esa afirmación podía tener algo que ver con la difícil situación que tenemos hoy día en el Colmenar, puesto que negarla no dejaría de ser un brindis al sol. Así de duros son los problemas de la clase media española que tenemos la suerte de dedicarle al fútbol humilde nuestros ratos de ocio (risas enlatadas).
En la tarde de ayer alguien me hizo llegar otra canción de Fito Cabrales, titulada "Feo". Sinceramente, no la escuché, pero me volvió a conducir a esa reflexión sobre lo urgente y lo importante que el propio ex cantante de Platero y Tú, me había lanzado días atrás. Y vislumbre no "la" respuesta, pero al menos sí "mi" respuesta. Claro que tenía que ver con nuestra situación. Y lo urgente eran los puntos. Y lo importante es el juego.
Efectivamente ayer los puntos fueron para el Alcalá. Sin poner demasiado el microscopio en el partido que jugaron los complutenses en su visita a Colmenar, cabe destacar su entereza y saber estar ante las dificultades que le planteó el Colmenar y su olfato en sus ocasiones en el área local. El primer acto fue buen reflejo de ello. Pese a disponer los franjirrojos de sendas ocasiones previas en las botas de Anto y Vivi, fue el Alcalá quien se puso por delante en el marcador con un gol que desbordó la algarabía de su afición desplazada a tierras serranas, quienes no solo dieron colorido a las gradas y ánimos a los suyos sino que -todo sea dicho- dieron una lección de deportividad y saber estar al respetar la réplica de algunos de los niños de la escuela del Colmenar cuando estos se erigieron en grupo de animación para el equipo local, detalles muy de agradecer, tanto por una parte como por la otra. No solo los trofeos engrandecen a los equipos.
Volviendo al verde, tras el gol del Alcalá el Colmenar atravesó una ligera etapa de dudas a la que puso fin en la recta final de este primer acto, gozando incluso de un tiro a la madera que pudo haber cambiado el rumbo del encuentro.
Tras la reanudación, el Colmenar introdujo alguna novedad sobre el césped. Por una parte, Huertas sustituyó a Ceve en el lateral de la defensa formada por Maillo, Edu y un -de nuevo, y ya van unas pocas veces- fulgurante Víctor Salgado. Por otra, tratando de gozar de mayor control logístico (de balón) y geográfico, tornando el partido en un duelo donde él toma y daca en la medular -con Sergi, Jose Manuel, oh capitán mi capitán Nevado y Castillo como ponentes franjirrojos- hacía presagiar que cualquier mínimo error podría virar el rumbo del choque. Y ocurrió que el Alcalá supo provocar ese error: su delantero Shafa cazó un balón solo en el interior del área frente al que Sebas poco pudo hacer más que achicar.
Con ese 0-2 en el marcador, el Colmenar dio la penúltima vuelta de tuerca al agotar su cupo de sustituciones dando entrada a Julián y Castro quienes se sumaron desde su primera acción en el rectángulo de juego aportando no solo esfuerzo sino una marcha a la acción sobre el césped que trajo consigo, variante táctica mediante, un mayor protagonismo ofensivo del equipo local. El propio Castro anotó tras un sensacional pase de Vivi a la espalda de la defensa su primer gol con la Agrupación en esta categoría y metía de nuevo al Colmenar en el partido. O más bien, se lo recordaba, que la opción de al menos el empate no era una quimera inalcanzable. El Alcalá de nuevo dio un paso adelante y supo minimizar las opciones colmenareñas de empate, con un ejercicio de pragmatismo que se iniciaba en cada jugada desde su portero Juancho hasta su jugador más adelantado, lo que acabó maniatando esas opciones de cosechar un punto para el equipo local.
Los tres pitidos del árbitro certificaron que lo urgente no había sido posible. Pese a que lo importante sí que se consiguió. Otra vez.
Jugaron: Sebas, Ceve (Huertas), Maillo, Edu, Víctor, Castillo, Nevado (Julián), Jose Manuel, Sergi (Castro), Vivi y Anto.
