O Arco Da Vella

Alevín A


31/01/2017
O arco da vella

U.D. Tres Cantos A - ALEVíN A


Resultado: 0 - 2

Fecha: 28/01/2017

Hora: 12:00

Estadio: Tres Cantos - Jaime Mata - Foresta 1 (Ha)

Hasta que Isaac Newton, hace más de tres siglos, demostrara como se descompone la luz al hacerla pasar por un prisma, el arcoíris fue durante mucho tiempo un fenómeno tan asombroso como sobrecogedor. Tomado en ocasiones como portador de augurios, en otras como inspiración de leyenda. Al comienzo de la jornada no teníamos muy claro si forjaríamos ésta o padeceríamos aquéllos.

Con una mañana fría y el bonito arcoíris en el cielo de Tres Cantos, empezamos a tantear al rival. Encogidos por la temperatura, los chicos no parecían enhebrar los pases. La primera llegada con cierto peligro la protagonizó Guzmán en el minuto tres. Una incursión por la banda que no encontró rematador. Idéntico resultado en las siguientes llegadas protagonizadas por el propio Guzmán y por Longa que no acertaban a sobrepasar al portero.

Así las cosas, los tricantinos debían pensar que tampoco era para tanto el líder y decidieron estirarse y jugar con criterio. Con un par de interiores con calidad, llegaban más veces de las hubiéramos querido. En alguna ocasión los centrales empezaron a mostrar nervios poco habituales. Tanto, que una entrega fallida al delantero no acabó en gol porqué ni él mismo se creía esa asistencia.

Para que no faltara de nada a diez minutos del final una falta al borde del área, no entró gracias a los puños de Damián, el poste izquierdo y la Virgen de los Remedios que echó una mano para sacar la pelota, que ya se veía dentro de la puerta visitante.

Por el horizonte ya no veíamos el arcoíris y se presentía la presencia de Felipe II y su maldición. Los jugadores del Tres Cantos parecían tornarse en miembros de la armada invencible e incluso los bloques de hormigón que rodeaban el campo de Foresta tomaban forma herreriana escurialense.

Por momentos, en la grada y gracias a la frialdad que algunos mostraban, buscábamos desesperados la cafinitrina para colocar bajo la lengua ante la inminencia del infarto.

Por fin llegó el descanso. Todos esperábamos con avidez ese momento y confiábamos en esas palabras motivadoras del míster que les hiciera entra en calor y dejáramos el suspense para Alfred Hitchcock.

Comenzó la segunda mitad, y antes de que pudiéramos calentar el asiento, Guzmán nos dio la primera alegría con un golazo antes de cumplirse el primer minuto. Vallejo, que salió especialmente inspirado, puso un balón que el nueve empujó con calidad al fondo de las mallas.

Parece que el dúo Castillo&Nevado habían dinamizado con sus palabras y los cambios habían equilibrado al equipo. Así, en el minuto catorce llegó otra oportunidad relevante con los mismos protagonistas y peor resultado.

Pablo robaba y recogía todo lo que rondaba a la redonda de sus piernas. Tras recogerlo lo domaba, preparaba, acicalaba y ponía en suerte para que Vallejo por un lado y Arcadio por el otro y Díaz como punta del rombo, lo sirvieran preparada para regalo a Longa y Guzmán que sólo les faltó más suerte para conseguir un abultado resultado.

Justo antes del ecuador de esta parte, Vallejo, de nuevo, con ese guante que tiene en el pie izquierdo. Puso el esférico en la cabeza de Guzmán que no le quedó más remedio que marcar el segundo gol. Los fantasmas de pasados partidos, hacía tiempo que ya se habían vuelto a su lugar. Bill Murray y su cuadrilla, reencarnados en los once alevines del Colmenar les daban caza sin tregua.

El Tres Cantos de la primera parte se quedó en la caseta y apenas llegaron a incordiar a Jorge. En las pocas oportunidades que tuvo que hacerlo, se mostró muy seguro. Destacar un mano a mano en el minuto dieciséis que resolvió con gran habilidad.

El Olimpo se juntaba en defensa. El homérico Ulises se apoyaba en Óscar que capitaneaba la nave. Mercurio prestó sus botas nike-aladas para que Hugo e Iván incombustibles, subieran y bajaran por el Laberinto del Minotauro que les proponían los rivales, cual “Teseos” contemporáneos.

Numerosas oportunidades fueron desaprovechándose a lo largo de esta parte. Longa no tuvo su día y aunque lo buscó, el gol no llegó.

En definitiva, dos tiempos para dos juegos distintos. Una primera parte trabada que costó destrabar, a pesar de la lucha y la entrega de todos. Y una segunda en la que se pusieron manos a la obra y recordaron como tenían que dominar el partido y jugar con personalidad.

¡AÚPA AGRUACIÓN!

Jugaron: Damián (Jorge 30), José (Hugo 38), Óscar, Ulises, Iván, Carlos, Díaz, Octavio (Pablo 30), Marcos (Arcadio 30), Guzmán y Longa.

CARGANDO... POR FAVOR ESPERE