Un gol en las postrimerías del partido otorga al Colmenar el primer punto para iniciar su nueva andadura en tercera división. El equipo franjirrojo, con algunas caras nuevas, se rehízo del tempranero gol del Parla Escuela e insistió una y otra vez hasta el pitido final.
La mañana traía consigo un punto melancólico para los más veteranos del lugar. El retorno a Tercera División conseguido la pasada primavera se materializaba este domingo 27 de Agosto de 2017, en una mañana que evocaba aquellas de hace ya un tiempo, partido de tercera división en mitad de la Función de Remedios, al que ir con vaqueros largos, alguna legaña en el ojo, un punto de cansancio tras dos días de fiestas y sudadera, casi obligatoria. Fiestas como las de antes. Partidos como los de antes. Muchos de ustedes ya saben que hace no tanto ponerse un pantalón corto en mitad de nuestras fiestas convalidaba con los primeros exámenes para entrar en la guardia de la noche.
Pero vayamos al fútbol y regateemos el spoiler de Juego de Tronos pues aún no han pasado las 48 horas que marca una ley no escrita. El calendario, ese al que se suele tachar de caprichoso, había deparado un enfrentamiento entre la Agrupación Deportiva Colmenar y Parla Escuela, campeones respectivamente de los grupos 1 y 2 de la Preferente Madrileña, dispuestos ambos a asentarse en la categoría reina del fútbol madrileño. El Colmenar saltaba al césped del Alberto Ruiz con tres caras nuevas pero sin ningún mensaje más allá de la búsqueda de la congruencia (o de la confianza) en su idea inicial que se viene manteniendo desde hace varias temporadas. Debutó Sebas con la franja norteña bajo palos, Ivo volvía a la que fue su casa hasta juveniles en el lateral derecho y el prometedor Hassan recibía la alternativa tras haber dejado muestras de su capacidad en las categorías inferiores del club que además se confirmaron en una buena pretemporada. Junto a ellos en el césped o apoyándoles en el banquillo o la grada, se mantenía el bloque que viene dando estabilidad a la plantilla junto a algunas incorporaciones que decidieron dejarse seducir por la idea que se les ofrecía. No deja de ser tan importante saber seducir como saber por quién se quiere ser seducido. Disculpen que no les presente a esta plantilla uno a uno, pero podrán ir conociendo a lo largo de la presente crónica o de futuras entregas. Y disculpen también el "cebo" publicitario.
El inicio del encuentro fue temerario especialmente para los intereses del Colmenar. En el minuto 2 de la liga y de la vida, el extremo parleño Riaco recibió un balón desde el costado contrario y sorteó a su par aprovechando un formidable reprise hasta plantarse en el corazón del área para soltar un zarpazo que no pudo ser repelido por el guardameta, poniendo al conjunto debutante en la categoría con ventaja en el marcador y al anfitrión allá donde se cruzan los caminos, donde el mar no se puede concebir, que cantaba Sabina. El Colmenar no dudó de donde estaba la solución, y recurrió al balón como alfa y omega del fútbol. Asido a su centro del campo comandado en esta ocasión por Castillo, Jose Manuel, Hassan y Oh capitán mi capitán David Nevado, el equipo serrano comenzó a restablecer las comunicaciones, partiendo de Maillo y Edu desde la zaga, auxiliado por Ceve e Ivo, por los flancos y con Adri y Vivi flotando como mariposas buscando soltar el aguijón metafóricamente hablando. Frente a todos ellos, Parla Escuela en bloque trataba de juntar sus líneas con el fin de reducir los atajos al gol, estableciendo una telaraña táctica a modo de reválida franjirroja. Visto el envite de los visitantes, el Colmenar exploró las carreteras secundarias, y como buena muestra de ello quedaron especialmente una apertura a banda que Ivo convirtió en centro envenenado al área que no halló rematador o un pase de 50 yardas de Maillo para Vivi que puso el uy en las gradas ante la posibilidad del touchdown. Ante la realidad del reloj y con la presencia de nubarrones (nada metafóricos) ambos conjuntos se retiraron a vestuarios.
La primera noticia que trajo la reanudación del encuentro fue la cercanía de la lluvia de manera ostensible, comenzando una tormenta que en pocos minutos mutaría en diluvio 2.0 que obligó al respetable a resguardarse bajo el portentoso tejado del coliseo colmenareño. Sobre el césped, ambos conjuntos salieron dispuestos a dar una nueva vuelta de tuerca a sus respectivas propuestas, sin lluvia ni truenos que les frenaran: Parla Escuela dispuesto a castigar el mínimo error del equipo colmenareño y el Colmenar aumentando un par de velocidades su propuesta y su circulación de balón, que no es lo mismo el todo que la suma de las partes. Además, el equipo local comenzó a mover el banquillo en busca de refrescar piernas e intenciones deshonestas para con el resultado del encuentro. En primer lugar saltaron al césped dos nuevos debutantes: Huertas y el coreano Jin, abandonando el terreno de juego entre aplausos a su generoso esfuerzo Captain Nevado e Ivo. Con ambas incorporaciones sobre el terreno de juego el equipo franjirrojo gozaba no solo de piernas y pulmones de refresco sino que renovaba sus votos de compromiso con la eventual igualada, al igual que ocurrió con el tercer y definitivo cambio, siendo Hassan sustituido por Sergi, otro de los recién incorporados a la disciplina colmenareña. La entrada de todos ellos terminó de volcar al Colmenar sobre la meta defendida por los parleños, quienes no cesaban en su esfuerzo por lograr dejar en blanco su casillero e incluso aumentar su renta por la vía del balón parado. Entonces, pese a la agorera visión del marcador y el incesante pasar de los minutos, la realidad (tozuda ella) nos mostraba como varias figuras franjirrojas emergían sobre el tapete verde. Desde Edu en la retaguardia a Jose Manuel sacando brillo a la varita junto a Sergi, pasando por Castillo convertido en administrador de recursos. Esto es, todo el equipo funcionando en la creación o búsqueda de huecos hacia los que despegaban Vivi, Adri o Ceve.
Con el tiempo a punto de expirar, precisamente este último puso en pie a la afición tras una jugada en la que una confusión entre el portero y un defensor rivales provocó que el lateral colmenareño dispusiera de una vaselina que pudo haber puesto el empate en el marcador y quién sabe si la primera piedra hacia algo más. Pero lo que significó fue un avance de lo que ocurriría después, cuando la prolongación estaba a punto de cumplirse, cuando veíamos la enésima circulación buscando la rendija hacia el paraíso, cuando pese a haber recibido el primer gol de la temporada en prácticamente el primer minuto del partido, todo empezó a cobrar sentido, y la fe en lo que uno hace, el trabajo en la sombra y el desparpajo, que nunca estuvo reñido con el rigor táctico, trajeron el premio.
Sergi agarró el esférico en zona de tres cuartos y cambió la horizontalidad por la verticalidad, haciendo dar un paso al frente a la defensa del equipo en esta ocasión verde, tras un rechace, habilitó a Jose Manuel, quien ya tenía la varita lista para la acción y este advirtió la incorporación de Vivi. El balón al espacio fue tan precioso como preciso. Y allí apareció Vivi para cruzar un potente disparo que provocó el estallido de alegría en las filas locales así como el rugido de la afición colmenareña presente en el estadio, no solo por suponer un primer punto en una ilusionante temporada sino por esa sensación de alegría del que no lucha por sobrevivir, sino por vivir sobre todas las circunstancias que se le plantean. Detalles.
Arquímedes dijo aquello de "dame un punto de apoyo y moveré el mundo". El Colmenar ayer consiguió su primer punto en esta andadura por su nuevo viejo mundo. Y por la alegría en los rostros que se vieron en césped, banquillo y grada, bien parece que sea algo más que un punto. Un puntazo.
Jugaron: Sebas, Ivo (Huertas), Ceve, Maillo, Edu, Castillo, Nevado (Jin), Jose Manuel, Hassan (Sergi), Vivi y Adri
