Una De Bill Murray

Juvenil A


10/11/2014
Una de Bill Murray

Union Zona Norte A - JUVENIL A


Resultado: 1 - 1

Fecha: 08/11/2014

Hora: 17:45

Estadio: Pvo. La Masó (Ha)

Empate del Juvenil A en casa del Zona Norte, en un partido en el que el viento acabó siendo un factor determinante junto a la falta de concreción de las oportunidades ofensivas para los serranos.

Hoy hablaremos de cine. Existe una película llamada “Atrapado en el tiempo” (Grounghog Day en su versión original) que es posible más de uno de ustedes haya visto alguna vez aunque sea de pasada mientras hacía zapping en alguna ocasión. No es un superclásico, ni un superpeliculón, pero esa cinta tiene algo que al verla te engancha. El protagonista, Bill Murray, es un reportero al que envían junto a su equipo (una productora interpretada por la protagonista femenina Andy Macdowell y un operador de cámara) a cubrir una noticia (“El día de la marmota” ) a un pequeño pueblo del norte de EEUU.

El quid de la película es cómo el protagonista se despierta una ocasión tras otra en el mismo día, en la misma habitación de hotel, ocurra lo que ocurra, incluso aunque fallezca en las sucesivas vidas de apenas 24 horas que va viviendo. Y así vamos viendo cómo, tras el susto e incluso la desesperación inicial, el protagonista va dándose cuenta de cómo una mínima variación en su conducta modifica la realidad de ese día, además de ir atravesando diferentes etapas (aquí podríamos hacernos los entendidos y decir “varía el peso entre las líneas argumentales”, pero no es el caso). Una centrada en mejorar (e incluso salvar) vidas de la gente que le rodea durante ese día, otra en sacar tajada de la situación, y otra en la que su empeño orbita en conquistar, aunque solo sea por un día, a la protagonista femenina.

En cierto sentido, el partido de este fin de semana representa fidedignamente “El día de la marmota” que suele vivir a menudo una categoría tan complicada como la Primera División Autonómica Juvenil: Situaciones, planteamientos, equipos y jugadores distintos e incluso muy distintos cada semana, pero generalmente muy parejos que van enfrentándose en partidos complicadísimos en los que para mayor dificultad (de esto ya hemos hablado en estas crónicas) de la nada, sin relación aparente con lo que está sucediendo en el césped, una ocasión de gol brota espontáneamente. Esta observación no es obra mía por cierto, sino de Pedro Pablo Díaz, uno de los más brillantes entrenadores de esta escuela, al César lo que es del César. Un poco como ocurre en la película, vives un partido tipo como el de este sábado, intentas ir haciendo (como equipo) lo que consideras debes hacer para conseguir tu objetivo, y sin embargo, no terminas de poder controlar nunca todas las circunstancias, cosa que si bien en el deporte no suele conseguirse never ever en esta categoría parece incluso acentuado.

Cabría por tanto, máxime si tenemos en cuenta que la etapa juvenil en lo futbolístico –y en todos los ámbitos vitales, si me apuran- combina objetivos tanto formativos como competitivos, centrarnos no solo en la importancia del resultado, sino en lo mostrado por el Juvenil A franjirrojo este sábado sobre el césped del Zona Norte. Y sin entrar en poesías, ni justificaciones peregrinas, ahí les digo que los de Miguel Angel Expósito tuvieron una más que buena tarde cuando el tiempo invitaba más a la pereza bajo una manta (sea uno jugador, entrenador, arbitro o especialmente padre/madre/hermano pequeño de alguno de los anteriores, olé por estos últimos especialmente) que a ponerse a luchar por tres puntos. Y que paulatinamente, pese a iniciar algo tímidos el partido, fueron tomando las riendas del mismo poniendo la guinda con la jugada del 0-1, en la que el equipo movió el balón de manera soberbia, combinando la pausa con la decisión, la horizontalidad con la verticalidad, la poesía con la prosa, hasta que nació la oportunidad, y Adrien Loens pisó el acelerador a la vez que el área rival, sirviendo un balón preciosista para el remate de alguno de los aproximadamente 293 colmenareños presentes allí, siendo Carlos Forcano el encargado de enviar el cuero al fondo de las mallas. Y pese a que el encuentro transcurría sin apenas sobresaltos para el conjunto visitante, el fútbol no tuvo en cuenta la peligrosidad de cada incorporación serrana, ni la excepcional exhibición de Monir como catalizador de los ataques franjirrojos (¿recuerdan cuando algunos locos les decían hace dos años que Benzema era el que movía al ataque del Madrid? Ejem) , ni la sobriedad de una retaguardia serrana que con Portillo al frente alejaba el peligro de un rival que fue creciendo paulatinamente con el pasar de los minutos.

Y como les decíamos un poco más arriba, brotó el gol rival donde aparentemente no había nada, donde otros mil partidos no habría nada. En este hizo mucho viento y una falta lateral muy alejada acabó envenenándose para acabar besando las redes de la portería colmenareña, poniendo un empate a uno que pese al lógico subidón de los locales tras el empate y al #poquitoapoquito de los visitantes acabaría por ser el resultado definitivo.

Les decíamos al inicio de esta crónica que “Atrapado en el tiempo” no es un superclásico, ni un superpeliculón, pero esa cinta tiene algo que al verla te engancha. A mi lo que me enganchó de ella es ver cómo Bill Murray va aprendiendo, tocando diferentes teclas, modificando pequeños gestos, hábitos, respuestas, en cada nuevo intento de seducir a la guapa de la película.

Y ese aprendizaje, cada vez con más aciertos, lo veo también tres entrenamientos y un partido por semana. Se le llama crecer, y este equipo como grupo y sus componentes como individuos siguen creciendo a cada semana. Y ese proceso, con aciertos, fallos, altos y bajos, engancha.

Yo no me perdería el final de la película.

Jugaron: Uge, Arroyo (Lillo), Botey. Portillo, Adrien Loens (Jerez), Gil, Ivan (Cristian), Diego (Jose Martínez), Monir, Carlos Forcano y Charly.

CARGANDO... POR FAVOR ESPERE