Yo Estuve Alli

Juvenil A


20/01/2015
Yo estuve allí

C.D. Coslada A - JUVENIL A


Resultado: 5 - 5

Fecha: 18/01/2015

Hora: 12:15

Estadio: Coslada - Estadio El Olivo (Ha)

Partido loco el vivido este pasado domingo en el estadio “El Olivo” de Coslada. Diez goles, varias expulsiones, varios cambios de dominio del marcador y dos equipos que no se rindieron durante ningún momento hasta los tres pitidos finales del árbitro. Fútbol.

Seguro que en más de una ocasión han escuchado que el partido perfecto de fútbol acabaría en empate a cero. Si todos los jugadores tomasen las decisiones correctas, si cada ejecución de una acción de manera individual o colectiva fuera exitosa, cada ocasión acabaría con una espléndida parada del guardameta de uno de los dos equipos. Nada de esto ocurre normalmente en el fútbol.

Y casi les diría que por suerte. El encuentro que nos ocupa tiene poco que ver con ese partido perfecto, pero mostró un buen puñado de argumentos para tener hasta al más indiferente de los espectadores sin poder moverse de sus localidades hasta los tres pitidos finales del árbitro. Ambos conjuntos saltaron al césped dispuestos a sumar tres nuevos puntos a su casillero desde el minuto 1 sin especular en sus propuestas, aunque paulatinamente el equipo visitante fue haciéndose de manera sutil con la manija del choque. O al menos esa era la sensación, especialmente cuando la acción transcurría por banda izquierda, donde la presencia de Pablo Botey sembraba la sombra de la duda a cada incorporación, la sombra del peligro al contar con la colaboración de Kike, y la música de la película Psicosis cuando a ambos se les unía Monir. Y precisamente por esa vía llegó el gol, al aprovechar Kike el rechace del portero a un sensacional disparo de Monir. El centro del campo colmenareño comenzó entonces a coger el timón, con Gil, Ivan y Cristian alternando posiciones, balones y galones, siempre con una intención, siempre sin prisa pero sin pausa, mientras que la zaga respondía a cada acometida del Coslada como marcaban las necesidades del partido, con Jerez y Adrien tomando la decisión correcta en cada instante, sabiendo perfectamente si el cable a cortar era el rojo o el blanco. Igual ocurrió con Jose, el guardameta colmenareño en esta ocasión, quien despejó a mano cambiada un fenomenal disparo que se colaba en su portería.

El primer contratiempo para los serranos llegó a los 20 minutos con la lesión de Chicho, quien hubo de ser sustituido por Arroyo en sus labores de lateral derecho, si bien poco después de su incorporación la AD Colmenar Viejo ponía aún más tierra de por medio con el segundo gol, al recibir Cristian una asistencia de Botey que el centrocampista convirtió en el 0-2.

Parecía tierra de por medio, pero uno nunca puede pensar que se sabe el futuro de memoria, como bien nos han enseñado tantas historias deportivas. El partido cambió con la misma velocidad que cambia el viento o el corrector del móvil nos traiciona. Primero, una falta en la frontal puso el 1-2 en el simultáneo y en la libreta de los apuntadores de cada equipo. Poco después, un rifirrafe acabó con ambos equipos con un jugador menos. E incluso a los pocos instantes del final del primer acto, el Coslada lograba poner las tablas de nuevo en el marcador.

Dos expulsiones, cuatro goles, una lesión, y un par de polémicas. Con menos acontecimientos se han escrito crónicas.

La reanudación no quiso ser menos respecto al primer acto, y pese a no tener el partido un dominador claro en cuanto al juego en sí, el Coslada anotó dos goles que daban la vuelta al marcador. 4-2, y los banquillos comenzaron a moverse, incorporándose por parte colmenareña primero Alex Ventura, Diego y Edu Leles, buscando una mayor presión sobre la resistencia local, quienes además veían como otro de sus jugadores era expulsado, quedándose en inferioridad.

Tan solo habían transcurrido treinta minutos y la segunda mitad ya tenía un expulsado, dos goles y un incremento de la apuesta ofensiva del equipo visitante. Con menos giros de guión se han visto películas de Hollywood.

Pero el Colmenar no venía a rodar una película sino a ganar tres puntos, y se negó a abandonarse a su destino, por más que pareciera que los minutos volaban al ritmo que se complicaba llegar al marco del Coslada. Y gestionando magníficamente cuantas circunstancias adversas se fueron presentando, la lógica de un partido ilógico hacía suponer que llegarían más goles. Y vaya si lo hicieron. Con un breve lapso de tiempo y tras la incorporación de un acertado Lillo para tratar de abrir la defensa del Coslada, primero Adrien Loens, reconvertido ya provisionalmente en brazo ejecutor del ataque colmenareño, y Alex Ventura lograban dos goles colmenareños, poniendo el empate a cuatro (¡!) con varios minutos por delante y el viento de nuevo a favor, recuerden que en superioridad numérica. Incluso Adrien, el todocampista, vio como un precioso gol era anulado por un claro fuera de juego.

Y, sin embargo, aciertan. El que marcó fue el Coslada, quienes también se sumaron a la heroica y pese a las dos expulsiones y el momentum colmenareño, lograban el que en otros partidos hubiera sido el gol de la victoria, a tenor del poco tiempo restante y que las fuerzas comenzaron a flaquear.

Y como no. Pasaron más cosas. De hecho quedaba por descorchar la última sonrisa, y lo hizo el Colmenar, con un nuevo gol de Adrien Loens al recoger un balón dentro del área que llevaba serigrafiado lo de Impossible is Nothing y las sonrisas de todos sus compañeros por costuras.

Es posible que no fuera el partido perfecto. Pero tengo clarísimo que, para un espectador neutral, este sí es el partido perfecto. Un canto a la heroica por dos equipos que se negaban a rendirse. Y sí, yo podré decir, y es posible que usted que está leyendo estas líneas también, que yo estuve allí.

Jugaron: Jose, Chicho (Pablo Arroyo / Leles), Botey, Adrien Loens, Jerez (Lillo), Gil, Ivan (Ventura), Cristian, Carlos Forcano, Kike y Monir (Diego).

CARGANDO... POR FAVOR ESPERE