Nuestro coordinador David Nevado tenía estas palabras hacia el Club.
El Colme, la Agrupa, o como lo quieran llamar, ha sido parte de mi vida desde los 8 años. La ADCV ha sido como una segunda familia, otra que tampoco se elige, ya que como la mayoría de niños y niñas empecé a jugar en el equipo de mi pueblo sin otra intención que la de divertirme con mis amigos. Sin embargo, con el tiempo me he dado cuenta de que este club me ha hecho ser como soy para bien y para mal y, después de 30 años, sin duda estoy encantado de todo lo que he vivido aquí. Desde el día que paseando con mi padre vi a unos niños jugando en el Martín Colmenarejo, se me iluminó la mirada y se encendió algo dentro de mí. Pasando por partidos embarrados en La Corredera y el Lorenzo Rico. Años y años en primera regional hasta conseguir dos ascensos en el Alberto Ruiz y cumplir el sueño de jugar en tercera con el primer equipo rodeado de compañeros del pueblo, como Casti, y otros que no lo eran, pero lo parecían, como Maíllo. Muchas personas en el camino, pero una que me hizo ver el fútbol de otra manera, Pedro Pablo, haciendo que uniera dos de las cosas que más me apasionan, la enseñanza y el fútbol. Y así empezaron los años de entrenador y coordinador de los equipos de pequeños, el fútbol 7. Más de un lustro trabajando junto a una de las personas que más quiere y trabaja para que el Colmenar siga creciendo, Kike Baudot, que junto a directivos como Pacheco, han sido un apoyo constante en el trabajo diario. Gracias a todos los que os habéis cruzado conmigo por el Martín Colmenarejo, La Corredera, el Lorenzo Rico, el Alberto Ruiz o el Samaranch. ¡Que esto no pare! Los niños y niñas de Colmenar se merecen un club para crecer en él, como he tenido la suerte de hacer yo. Hasta pronto y SIEMPRE... ¡AÚPA LA AGRUPA!
